Por. Han Chang Ryong
Embajada de la República Popular Democrática de Corea en Venezuela.
Photo. Courtesy
A las 14:50 del día 16 de junio, quedó destruida total y trágicamente a dinamitazo estruendoso la Oficina Conjunta de Enlace Norte-Sur.
Como ya declarado, el dominio competente de la RPDC puso en práctica la medida resuelta de volar la Oficina Conjunta de Enlace Norte-Sur en la Zona Industrial de Kaesong, en reflejo del ánimo de castigo de nuestro pueblo indignado por las escorias humanas, que desafiaron a la dignidad y prestigio más sagrados de la RPDC, y a los que vinieron tolerando ese crimen horrible.
La oficina, instalada en la Zona Industrial de Kaesong con el fin de estrechar la consulta entre las autoridades de ambas partes coreanas y asegurar el intercambio y la cooperación, llegó a ser hoy en día una casa inservible por culpa de las autoridades surcoreanas, aunque había sido evaluada como fruto de la histórica Cumbre N-S de Phanmunjom en abril de 2018.
La presente medida de represalia, antecedida por la ruptura de todas las líneas de comunicación entre el Norte y el Sur, significa la acción inicial de la primera etapa encaminada a cobrar sin falta el precio de pecado a los que difamaron la dignidad de nuestra Dirección Suprema, que no debieron tocar en ningún caso, y a los que no se arrepienten ni reflexionan un comino.
Observando la actitud de las autoridades surcoreanas, definiremos la intensidad y el tiempo de ejecución de las sucesivas medidas de acción contra los enemigos acorde al proceder posterior de aquéllas.
La cínica e imprudente postura y reacción de las autoridades surcoreanas en la actual coyuntura tan delicada provocarán los planes de nuestra venganza más intransigente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario